Mi historia con el food styling y fotografía de comida empieza con mi primer trabajo en NYC en 1999. Fui asignada a hacer el catálogo de la empresa en la que trabajaba para la temporada siguiente, tres días de producción de fotografía, en un espacio único, (el celar de una tienda de vinos en el sótano de Chelsea Market), un fotógrafo sueco, su asistente y yo creando bellas imágenes para vender nuestros productos: canastas de regalo y fotos de productos y chocolates (¡pulir chocolates hasta que brillaran como diamantes!).

¡Desde el primer momento la magia del food styling me atrapó sin saber que años después descubriría que sería mi máxima pasión!

El tiempo paso y seguía explorando el campo culinario. Alrededor del año 2004, viviendo en Guatemala, fui contratada como asistente en la producción de un libro de comida centroamericana. Volví a tener la experiencia de trabajar más cerca de este campo; investigar acerca de la cocina centroamericana, estandarizar las recetas y finalmente ser asistente del food styling para esta producción. Me encantó la experiencia. Cada foto contaba una historia. Cada receta reflejaba la herencia de años de conquista o fusión de culturas.

Pero no fue si no hasta el año 2008 que mi amigo, el fotógrafo Alan Benchoam, me empujó a hacerlo profesionalmente. A partir de allí empecé esta aventura como foodstylist, aprendiendo, capacitándome, abriéndome camino y tomando cada proyecto como un reto único.

El campo culinario es muy extenso, he tenido la oportunidad de explorar varias ramas de éste, la comida en general me apasiona, ¡pero el food styling es mi nirvana!