En 1987 decidí dejar mi carrera en administración de empresas y el deporte para viajar a Italia, donde había conseguido media beca en la escuela hotelera Spoleto. Finalmente, sería chef. Para 1990, ya graduado, inició mi experiencia en Jolly Hotel Milano, en Milán, Italia y, tras mi regreso a Guatemala, en 1991, comenzó una relación que ha durado ya varias décadas con Hotel Casa Santo Domingo, en Antigua Guatemala, donde encontré la oportunidad de realizar mis sueños.
Después de casi treinta años de liderar las cocinas de Casa Santo Domingo, de obtener una medalla de oro de la Academia Culinaria de Francia y varios reconocimientos a nivel nacional, he dedicado tiempo a formar cocineros, impartir clases y crear platos nuevos. Mi equipo de cocina es una pieza clave en mi carrera, son los «guerreros escondidos atrás de los fogones», nunca se ven pero tienen una importancia invaluable.